domingo, 21 de agosto de 2011
Ruinas de un poema, Mario Trejo
No sé si fue verdad que nos amamos
ni si es verdad esto que llamo olvido
Yo te imagino perdida en otra hora
desnuda entre panteras temerosas
sobre las ruinas del templo que incendiamos
Yo también estoy solo
en este sueño que alguna vez soñamos
y aún soñamos
No sé si fue verdad que nos amamos
ni si es verdad esto que llamo olvido
viernes, 15 de julio de 2011
20
A ese espectro
que ata racimos
de tamarices
en tiras y lianas,
y anuda en la ensenada
aves y hojas,
que baila en vaivén
como un eco luciente.
A ese cuerpo oscuro,
a esa espesa nada,
la furia del olvido reclama.
Mis látigos afloran
puntales de oro
que graban
en otra carne mía
la quietud propia de la niebla.
A aquel susurro cálido le lloro
y también grito
en su extraña negrura.
Lo invoco como un todo
que sólo deja el silencio.
Mientras, los ramajes, lejos,
sus durmientes,
y esas flores sentadas en la bruma.
La potencia ruge
por aquello aún distante.
Perdón, sol, si te encuentro.
No querría tocarte.
Pero es el hambre de olvido
quien me exige lo inmenso.
que ata racimos
de tamarices
en tiras y lianas,
y anuda en la ensenada
aves y hojas,
que baila en vaivén
como un eco luciente.
A ese cuerpo oscuro,
a esa espesa nada,
la furia del olvido reclama.
Mis látigos afloran
puntales de oro
que graban
en otra carne mía
la quietud propia de la niebla.
A aquel susurro cálido le lloro
y también grito
en su extraña negrura.
Lo invoco como un todo
que sólo deja el silencio.
Mientras, los ramajes, lejos,
sus durmientes,
y esas flores sentadas en la bruma.
La potencia ruge
por aquello aún distante.
Perdón, sol, si te encuentro.
No querría tocarte.
Pero es el hambre de olvido
quien me exige lo inmenso.
sábado, 11 de junio de 2011
X, Palma Real, Jorge Boccanera
La selva es lo inminente, eso que está por
desencadenarse.
Es lluvia detenida. Espuma a punto de plumaje.
Urgencia.
Estar y devenir en una misma boca.
Lo que se viene. Pronta. Y se va a desatar.
Telegramas que ruedan por el aire.
Mi oficio es recibir eso que vive de anunciarse.
Ser la rama de aquello que no se posa nunca.
sábado, 7 de mayo de 2011
De por qué la petición
a C.
lunes, 11 de abril de 2011
lunes, 4 de abril de 2011
18
I
Radiante ingenua piel,
tu seno es la luz
en cegueras de alimañas.
Apaga tu llama de vientre
para así redimirle
y acudir al reflejo
que dejaste en la noche.
II
En la sombra del cuerpo
se buscan los ojos entre densas selvas
como si las presas del amor
fueran más claras
Radiante ingenua piel,
tu seno es la luz
en cegueras de alimañas.
Apaga tu llama de vientre
para así redimirle
y acudir al reflejo
que dejaste en la noche.
II
En la sombra del cuerpo
se buscan los ojos entre densas selvas
como si las presas del amor
fueran más claras
lunes, 28 de marzo de 2011
16
ella mira
y en su anhelo
sabe que hace daño al paraíso
tristemente
reconoce
la gota de trueno
que atormenta los rebaños
y en su anhelo
sabe que hace daño al paraíso
tristemente
reconoce
la gota de trueno
que atormenta los rebaños
15
¿Y si esta ausencia
diera cuenta de cada aliento
y cada deceso
suyo de mí?
La piedra es todo paso del camino.
Lejos, el puerto radiante,
mercurio cálido que recubre el día;
aunque antes aún muera
tras todo gesto que fije en la vista.
diera cuenta de cada aliento
y cada deceso
suyo de mí?
La piedra es todo paso del camino.
Lejos, el puerto radiante,
mercurio cálido que recubre el día;
aunque antes aún muera
tras todo gesto que fije en la vista.
viernes, 18 de marzo de 2011
14
No hay más en mí
nada de cuerpo
y a mi ocaso te amarras
como fuego exangüe
o el recuerdo
Te extiendes
y destierras
las entrañas de los cielos
Ahogada
sin aire
tu piel florece
en los pantanos
Tu capullo abres
y pestes en miasma
bañan bosques sin geografía
Haces provecho
al ceñirte a lo que huye
Viajas con la angustia
te advienes de lo insano
Tocas de nuevo el río enfermo
y un niño te llora
a mano abierta
nada de cuerpo
y a mi ocaso te amarras
como fuego exangüe
o el recuerdo
Te extiendes
y destierras
las entrañas de los cielos
Ahogada
sin aire
tu piel florece
en los pantanos
Tu capullo abres
y pestes en miasma
bañan bosques sin geografía
Haces provecho
al ceñirte a lo que huye
Viajas con la angustia
te advienes de lo insano
Tocas de nuevo el río enfermo
y un niño te llora
a mano abierta
sábado, 12 de marzo de 2011
13
Yo no quiero el sacrificio
de suceder
lo que no he sido.
Un tropiezo en el aire,
una ardiente amnistía.
Breve lucero en la noche
tan tenue,
sagaz y
destructiva.
Un fuego enorme
inunda al movimiento.
Deseo a las cosas
lo que yo quería.
de suceder
lo que no he sido.
Un tropiezo en el aire,
una ardiente amnistía.
Breve lucero en la noche
tan tenue,
sagaz y
destructiva.
Un fuego enorme
inunda al movimiento.
Deseo a las cosas
lo que yo quería.
miércoles, 5 de enero de 2011
12
Como la fiebre azul.
Como la hoguera de agua
de luces extintas
que todo ahoga
en encanto triste.
Manso a lo lejos,
fondo abatido:
el pesar oscuro
de noches de lluvia.
Como la hoguera de agua
de luces extintas
que todo ahoga
en encanto triste.
Manso a lo lejos,
fondo abatido:
el pesar oscuro
de noches de lluvia.
lunes, 3 de enero de 2011
11
Éramos un mismo llanto,
queja de flores
que desciende entre las hojas.
Látigo diligente,
amanecer de otros mundos.
Aquella sidra a media tarde de enero.
Y el trueno,
fulgor blanco de luna,
punto negro en el claro
de la calle enquistado.
Anónimo remedio a nada,
rencor y abrazo desnudo.
Vuelo atroz, sosegado.
El aire entre los huesos,
las muertes que se añoran.
queja de flores
que desciende entre las hojas.
Látigo diligente,
amanecer de otros mundos.
Aquella sidra a media tarde de enero.
Y el trueno,
fulgor blanco de luna,
punto negro en el claro
de la calle enquistado.
Anónimo remedio a nada,
rencor y abrazo desnudo.
Vuelo atroz, sosegado.
El aire entre los huesos,
las muertes que se añoran.
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