La hoja no cae
por muerte
cae
por cansancio
de que nadie
ya quiera
verla caer
lunes, 11 de abril de 2011
lunes, 4 de abril de 2011
18
I
Radiante ingenua piel,
tu seno es la luz
en cegueras de alimañas.
Apaga tu llama de vientre
para así redimirle
y acudir al reflejo
que dejaste en la noche.
II
En la sombra del cuerpo
se buscan los ojos entre densas selvas
como si las presas del amor
fueran más claras
Radiante ingenua piel,
tu seno es la luz
en cegueras de alimañas.
Apaga tu llama de vientre
para así redimirle
y acudir al reflejo
que dejaste en la noche.
II
En la sombra del cuerpo
se buscan los ojos entre densas selvas
como si las presas del amor
fueran más claras
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