La noche no es, por suerte, para todos. Si hubiera más gente despierta no sería lo mismo. Así, en puntitas de pie y en voz baja nos encontramos los seres nocturnos, como asomándonos detrás de los árboles y volviéndonos a esconder. Como sombra de la sombra de la luna. Y algunos "desayunan" tardes y no mañanas. De noche se oyen más los ruídos reales y los mentales. Y se muerden más violentamente los polvos. Yo me alegro de asomarme detrás del árbol y chistarte sabiéndote también con cualidades de lechuza.
Que Este pizarrón se llene de palabras. O de lo que sea; que, como dijo un gran pensador, no se puede tener palabras de rehenes.
Y que siempre usted tan bello. Y que yo he de quererlo infinitamente. Beso.
La noche no es, por suerte, para todos. Si hubiera más gente despierta no sería lo mismo. Así, en puntitas de pie y en voz baja nos encontramos los seres nocturnos, como asomándonos detrás de los árboles y volviéndonos a esconder. Como sombra de la sombra de la luna.
ResponderEliminarY algunos "desayunan" tardes y no mañanas.
De noche se oyen más los ruídos reales y los mentales. Y se muerden más violentamente los polvos. Yo me alegro de asomarme detrás del árbol y chistarte sabiéndote también con cualidades de lechuza.
Que Este pizarrón se llene de palabras. O de lo que sea; que, como dijo un gran pensador, no se puede tener palabras de rehenes.
Y que siempre usted tan bello. Y que yo he de quererlo infinitamente.
Beso.