martes, 7 de septiembre de 2010

4

en la noche caigo
y es huida

abren sus bocas
sedientas de memoria
y hambre de mí

se enciende en angustia
ahoga
arde entera

un lampo total
vuelve diurna su nostalgia

con todo me confunde

y tiemblo bajo su aurora
como un pájaro frío

1 comentario:

  1. La noche no es, por suerte, para todos. Si hubiera más gente despierta no sería lo mismo. Así, en puntitas de pie y en voz baja nos encontramos los seres nocturnos, como asomándonos detrás de los árboles y volviéndonos a esconder. Como sombra de la sombra de la luna.
    Y algunos "desayunan" tardes y no mañanas.
    De noche se oyen más los ruídos reales y los mentales. Y se muerden más violentamente los polvos. Yo me alegro de asomarme detrás del árbol y chistarte sabiéndote también con cualidades de lechuza.

    Que Este pizarrón se llene de palabras. O de lo que sea; que, como dijo un gran pensador, no se puede tener palabras de rehenes.

    Y que siempre usted tan bello. Y que yo he de quererlo infinitamente.
    Beso.

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